miércoles, 16 de septiembre de 2009


Que el pasado sirve para construir el futuro... Nada más cierto que eso; la cuestión no reside en querer regresar a momentos y costumbres que definitivamente ya pertenecen a lo pretérito, sino tratar de rescatar aquello que nunca ha debido pertenecer a los meros recuerdos. Es por ello que considero que para resolver el asunto aquel del analfebetisno tecnológico, tomando referencias del sujeto del ayer, una de sus mejores características es que creía en algo... No hablo literalmente del sagrado Corazón de Jesús, hablo de la esencia misma de creer; creer por ejemplo en el cononimiento, creer que podrá con él, el sujeto construirse un futuro, creer en los lazos familiares... El arte, como experiencia estética, sensible del ser, puede aprovechar estos elementos (estética y sensibilidad) y, usando los medios tecnológicos como alternativa a sus propias soluciones, enseñar a creer, a ver en el conocimiento reales alternativas de construcción del futuro, e inculcar por medio de estos procesos la disciplina, otra más de esas características fundamentales del sujeto de ayer, que como la capacidad para creer, ha ido perdiendo vigencia.

Catalina Hoyos Pérez

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