Para imaginar una educación del futuro tendríamos que hablar de los elementos que caracterizarían a los sujetos como por ejemplo la marcada compenetración con las tecnologías de todo tipo, la forma radicalmente diferente de relacionarse socialmente que estos adelantos tecnológicos el ofrecerán y la gran capacidad de adaptarse a contextos diferentes. Para este individuo “la flexibilidad” será un concepto de gran importancia al analizar las dinámicas de su participación en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que su capacidad de reestructurar conocimientos previos, de desaprender liberándose de paradigmas y tabúes culturales para re-aprender, asimilar y construir nuevos conocimientos va ser el factor que va determinar la forma como se deberá abordar la reflexión y la práctica de la enseñanza en el futuro.
Es por esto que avanzar hacia el progreso de nuestras sociedades a futuro depende en gran medida de una educación de calidad orientada a activar a estos nuevos infatigables y flexibles individuos, una educación que pueda ofrecer a estos futuros ciudadanos la posibilidad de la inclusión social, de la participación activa en los procesos que determinen los rumbos de la sociedad y la cultura con una orientación hacia el respeto de los derechos y sin dejar de lado la promoción las actitudes ya natas en estos como la iniciativa, el pensamiento crítico y las capacidades creativas, comunicativas e interdisciplinarias.
POR ALEJANDRO CUJABANTY
No hay comentarios:
Publicar un comentario