Las experiencias de la educación artística en nuestro país se han logrado en medio de enormes dificultades, pues no existen posibilidades de acceso a recursos locales o estatales de la educación para fortalecer esta área y para desarrollar proyectos que vinculen proyectos de educación artística y docentes especializados para mejorar la calidad de la educación artística en las instituciones. Lo cierto es que la mayoría de los establecimientos educativos del sector formal, no tienen infraestructura y se está lejos de tenerla: aulas y talleres especializados, maestros de educación artística profesionales y bien preparados para atender la diversidad de talentos que se pueden encontrar en las instituciones, con seguridad tantas como estudiantes existan.
En definitiva lo que queda por delante en la educación artística está en manos de los futuros profesionales en la enseñanza de las artes visuales que deben asumir las responsabilidades de pensar y reflexionar su profesión para optimizar la práctica de la enseñanza aprendizaje y para atender la necesidad apremiante de desarrollar integralmente a los estudiantes y buscar estrategias que garanticen el desarrollo de sus dimensiones humanas, investigativas, propositivas y de pensamiento crítico a través de la experiencia estética.
POR: ALEJANDRO CUJABANTY
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